Ecología, política y ética, constituyen una triada necesaria para comprender la complejidad de los diferentes problemas ambientales que han comenzado a manifestarse, cada vez con mayor fuerza, alrededor del planeta. Si bien, la tradición de la ciencia moderna ha manejado a estas tres disciplinas de forma separada, como reflejo de la separación aún mayor entre las ciencias naturales, las ciencias sociales y la filosofía; la manifestación y profundización de una crisis ambiental que puede tomar grandes dimensiones, está empujando a la indispensable complementariedad entre las tres.
De esto quiere dar cuenta el presente número de Folios, de cómo el pensamiento ecológico pierde fuerza sino es complementado con la capacidad política para implementar soluciones que reconozcan la complejidad de la naturaleza y la sociedad; de cómo, sin la amplitud de miras científicas de la ecología, con su poder de integración de los diferentes elementos que forman un sistema, las políticas públicas permanecen desarticuladas entre sí y solo responden de forma parcial y fragmentada ante los problemas que representa el manejo social del medio ambiente.
Así también, se pretende exponer la forma en que tanto ecología como política requieren de la reflexión ética para corregir sus excesos de pragmatismo, los cuales derivan en la corrupción de sus propósitos; ya que, por un lado, en nombre de la objetividad científica se ha caído en el error de generar “ciencias sin conciencia”, es decir, aplicaciones científicas y tecnológicas dañinas a los ritmos de la vida; y por otro lado, en nombre de esa misma objetividad, se han desarrollado discursos políticos irresponsables con el medio ambiente, que justifican la devastación utilizando como parapeto las ideas del progreso, el desarrollo e incluso la razón de estado. Entre ecología y política es necesaria la ética para que a través de una reconvención de los valores, se establezca en primer lugar, todo aquello que jerarquice la vida, los derechos y la democracia.
Como se trata de un ejercicio interdisciplinario novedoso, los artículos presentados en este número de Folios, cuyo propósito es reflejar este vínculo creciente entre ecología, política y ética; se constituyen en ventanas conexas, complementarias entre sí, que nos asoman a la complejidad de los problemas socioambientales abordados. En todos ellos están presentes tres temas claves: el papel que juegan las instituciones políticas como parte fundamental para la solución o la agudización de la problemática medioambiental; el necesario reconocimiento de que se necesita otro modo social de proceder, de habitar y de organizarse para enfrentar la crisis en la que está cayendo el medio ambiente y la imperiosa necesidad de que surja una nueva conciencia ambiental que influya al conocimiento y al poder.
Nuestra entrega abre con un texto de Agustín del Castillo, en el cual se presenta un recuento crítico de la actuación del sector público en México y en Jalisco, en lo que respecta a las políticas publicas dirigidas al medio ambiente. El autor hace un repaso de cifras de la devastación ambiental, señala diferentes diagnósticos emitidos por instancias internacionales y nacionales en este sentido, hace un recuento de las políticas aplicadas y evalúa la inconsistencia que las instituciones públicas han tenido.
Por su parte, Pedro Arrojo Agudo, aborda un tema clave a nivel mundial: la gestión del agua. Este escritor propone que es la perspectiva ética la única que puede lograr, de manera consistente, una reestructuración de la política pública dirigida al manejo del agua. El eje central de su propuesta se basa en la llamada Nueva Cultura del Agua, en la cual el énfasis ético, es el que consigue organizar la acción pública, jerarquizando las principales funciones que las instituciones públicas y las organizaciones sociales deben proteger y promover: primero la vida; segundo los derechos de ciudadanía y tercero, subordinado a los dos anteriores las funciones económicas.
El tercer texto, elaborado por Javier Bogantes Díaz, se vincula con el anterior al tener al agua como tema común y trata sobre la aparición de instancias ciudadanas alternativas de justicia ambiental: las tribunales éticos. Teniendo como fondo la experiencia latinoamericana y la crisis de legalidad que se registra en el subcontinente, el autor nos introduce a la experiencia del llamado Tribunal Latinoamericano del Agua, organismo civil no vinculante, cuyo fin es promover la justicia hídrica que se encuentra ausente en los organismos gubernamentales.
Los temas del crecimiento urbano, ligado al transporte motorizado y al petróleo, son abordados por Ramón Fernández Duran, como una forma de analizar las complejas relaciones que han causado la crisis ambiental en las metrópolis del siglo XX. El uso del automóvil y la necesidad de la energía barata se imponen como imperativos para entender la grave enfermedad que se expande y que padece la ciudad global, la cual se ha convertido en un núcleo duro del problema ecológico.
El artículo escrito por Mario Edgar López Ramírez, introduce el tema de la ciencia y su relación con la política, ante los retos que implica una naturaleza que ha entrado en situación de crisis. Analiza la aparición de la Ecología Política, como una ciencia cuyos énfasis en la interdisciplina, el pensamiento complejo y la aplicación de alternativas concretas, buscan abordar de manera integral el diseño de políticas públicas dirigidas al medio ambiente.
Finalmente, el texto presentado en nuestro Boticarium, es un interesante ejercicio intelectual desarrollado por Gabriel Pareyón sobre las bases ecológicas del lenguaje, especialmente del lenguaje político. Las correspondencias y complementariedades entre lo individual y lo colectivo atraviesan el texto para explicar el papel de la ecolingüística, como forma de incorporar los problemas ecológicos a la política.
Esperamos que esta entrega de Folios, sea útil a nuestros lectores, como un acercamiento a los diferentes aspectos involucrados en los actuales problemas del medio ambiente; así como de la pertinente complementariedad entre ecología, política y ética, necesaria para hacerles frente.
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